CHOCOLATE AMARGA Y PICA

Me acabo de llevar una agradable sorpresa. Ha visto la luz un nuevo chocolate y como soy "adicto" al mismo, especialmente al negro, quiero compartir esta noticia con todos mis amigos.

Esto es lo que aparece en la página: http://www.amargaypica.com/

 

Exprime la oscuridad de la imaginación junto Amarga y Pica

19 noviembre, 2013 en Amarga y Pica, Noticias

Estamos de bienvenidas, un nuevo producto ha nacido de la mano de Amarga y Pica, está fabricado con nuestro gran Aceite de Oliva Virgen Extra Amarga y Pica junto a los mejores Cacaos. Dos fuentes de nutrición para dar placer a los mejores paladares. La innovación la llevamos a la mesa y al consumidor.
Tenemos una enorme variedad, ¿cual te apetece?

• Relleno de café, para una noche de tranquila.
• Chocolate Negro.
• Relleno de fresas, una noche loca
• Relleno de miel, para endulzar la vida
• Relleno de menta, Picante y dulce a la vez.. pura explosión¡¡
• Relleno de pasas al Pedro Ximenez, para los más golosos¡¡¡
• Relleno de canela, para el desenfreno
• Relleno de leche merengada,… para los más atrevidos.
• Sin azúcar, para cuidarte.
Los puedes encontrar en nuestras tiendas de Benalua y Arabial, pero si quieres contacta con nosotros y te lo llevamos hasta tu casa.
Pruébalo, repetirás¡¡¡¡¡

Pues eso, que lo probaremos.....

LA SEXALESCENCIA

Acabo de recibir un correo de un amigo, que por el interés que me ha despertado no dudo en publicarlo en mi blog.
He intentado buscar en google el autor pero no lo he encontrado. Solo he sacado en conclusión que parece que procede de Argentina.
De hecho, en un blog titulado: ABRIENDO CAMINOS DE VIDA El Blog de los Adultos Mayores, está publicado y me confirma de alguna manera que procede de Argentina.

Este es su título y su contenido:

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LA SEXALESCENCIA

Si miramos con cuidado podemos detectar la aparición de una franja social que antes no existía: la gente que hoy tiene alrededor de sesenta/setenta años.
LA SEXALESCENCIA. Es una generación que ha echado fuera del idioma la palabra "sexagenario", porque sencillamente no tiene entre sus planes actuales el hecho de envejecer. Se trata de una verdadera novedad demográfica parecida a la aparición en su momento, de la "adolescencia", que también fue una franja social nueva que surgió a mediados del S. XX para dar identidad a una masa de niños desbordados, en cuerpos creciditos, que no sabían hasta entonces dónde meterse, ni cómo vestirse.
Este nuevo grupo humano que hoy ronda los sesenta o setenta, ha llevado una vida razonablemente satisfactoria. Son hombres y mujeres independientes que trabajan desde hace mucho tiempo y han logrado cambiar el significado tétrico que tanta literatura le dio durante décadas al concepto del trabajo. Lejos de las tristes y agobiantes oficinas, esta gente buscó y encontró hace mucho la actividad que más le gustaba y se ganó la vida con eso. Supuestamente debe de ser por esto que se sienten plenos…y algunos ni sueñan con jubilarse.
Los que ya se han jubilado disfrutan con plenitud de cada uno de sus días sin temores al ocio o a la soledad, crecen desde adentro en uno y en la otra. Disfrutan de la "vida", porque después de años de trabajo, crianza de hijos, carencias, desvelos y sucesos fortuitos bien vale mirar el mar con la mente vacía o ver volar una paloma desde su ventana.
Dentro de ese universo de personas saludables, curiosas y activas, la mujer tiene un papel rutilante. Ella trae décadas de experiencia de hacer su voluntad, cuando sus madres sólo podían obedecer y de ocupar lugares en la sociedad que sus madres ni habrían soñado con ocupar. Esta mujer sexalescente pudo sobrevivir a la borrachera de poder que le dio el feminismo de los 60′, en aquellos momentos de su juventud en los que los cambios eran tantos, pudo detenerse a reflexionar qué quería en realidad. Algunas se fueron a vivir solas, otras estudiaron carreras que siempre habían sido exclusivamente masculinas, otras eligieron tener hijos, otras eligieron no tenerlos, fueron periodistas, atletas o crearon su propio "YO, S.A.". Pero cada una hizo su voluntad.
Reconozcamos que no fue un asunto fácil y todavía lo van diseñando cotidianamente.

Pero algunas cosas ya pueden darse por sabidas, por ejemplo que no son personas detenidas en el tiempo; la gente de "sesenta o setenta", hombres y mujeres, maneja la computadora como si lo hubiera hecho toda la vida. Se escriben, y se ven, con los hijos que están lejos y hasta se olvidan del viejo teléfono para contactar a sus amigos y les escriben un e-mail con sus ideas y vivencias. Por lo general están satisfechos de su estado civil y si no lo están, NO se conforman y procuran de YA cambiarlo. Raramente se deshacen en un llanto sentimental. Tienen más conciencia de disfrutar plenamente todo. A diferencia de los jóvenes; los sexalescentes conocen y ponderan todos los riesgos. Nadie se pone a llorar cuando pierde: sólo reflexiona, toma nota, a lo sumo… y a otra cosa.

La gente mayor comparte la devoción por la juventud y sus formas superlativas, casi insolentes de belleza, pero no se sienten en retirada. Compiten de otra forma, cultivan su propio estilo…
Ellos, los varones no envidian la apariencia de jóvenes astros del deporte, o de los que lucen un traje Armani, ni ellas, las mujeres, sueñan con tener la figura estilizada de una vedette. En lugar de eso saben de la importancia de una mirada cómplice, de una frase inteligente o de una sonrisa iluminada por la experiencia.

Mayores en internet

Hoy la gente de 60's o 70's, como es su costumbre, está estrenando una edad que todavía NO TIENE NOMBRE, antes los de esa edad eran viejos y hoy ya no lo son, hoy están plenos físicamente (con sus dignos achaques) e intelectualmente, recuerdan la juventud, pero sin nostalgias, porque la juventud también está llena de caídas y nostalgias y ellos lo saben. La gente de 60's y 70's de hoy, celebra el sol cada mañana y sonríe para sí misma muy a menudo… Quizás, por alguna razón secreta que sólo saben y sabrán los del siglo XXI. 

PASEO POR EL RÍO Y VEGAS DEL GENIL

Esta mañana el paseo lo he hecho por el margen derecho del río Genil.
Lo aconsejo, especialmente a los ciclistas -no profesionales-. Carril en perfecto estado y tranquilo.
Lo tomé a la altura de la Clínica La Inmaculada y poco a poco, pedaleando lentamente pero sin parar hasta el Puente de los Vados.
Volví al cruce de los pueblos de Vegas del Genil para admirar y hacer unas fotos en el Puente Francés del siglo XIX.
Allí pude admirar la vega limpia, silenciosa y en una mañana que más de otoño parecía de primavera.
Y el regreso por el carril bici del río Beiro.

Los comentarios están en las propias fotos:
(Dedicado en especial a Nicolás, que se va a venir una mañana a pasear en bici)