Céntrica y a la vez lejana. Lejana de la Granada que se ofrece al visitante.
Lejana también para el granadino que ha vivido y ha recorrido sus calles. Las calles de estos barrios. Las calles y el ambiente tipicamente granadino y familiar a la que se refiere José Acosta Medina en su libro "La Granada del ayer". O la que nos narra Antonio Márquez y Villegas en su libro "Granada en mi memoria.
La Granada del ayer que no está tan lejos en el tiempo, pero que el tiempo en que vivimos nos la ha cambiado de tal manera, que podría decirse: ESTA NO ES MI GRANADA.
He recorrido la zona de San Jerónimo-Santa Paula.
Zona castiza granadina como puede ser San Juan de los Reyes, Barrio de la Magdalena o Barrio de la Virgen de las Angustias. Pero que no la conoce ni la madre que la parió.
Esablecimientos de toda la vida que han echado las persianas. Desde tiendas de comestibles pasando por imprentas de la zona, mercerías, casas de huéspedes, imprentas, pequeños talleres de toda clase y librerías. (Por nombrar algunas)
Persianas que han sido pintorreadas. Como igualmente lo han sido las fachadas y las propias puertas de entrada, sins respetar ni siquiera la propia fachada del antiguo convento de Santa Paula, hasta el punto de que actual hotel del mismo nombre, ha debido darle vergüenza de esa fachada que hasta ha cerrado la puerta que da a la calle Santa Paula.
Y por las calles, pocos granadinos de a pié. Solo en motos y en coches.
Y a pié junto a las esquinas, en los bancos y en algunos bares, alcohólicos con las litronas en la mano a las once de la mañan, drogadictos y toda clase de pedigüeños. Con las indumentarias propias de estas personas.
Y estamos solo a escasos metros de la Gran Vía. Es decir en el centro de Granada. Centro de Granada no apto para turistas. ¿Qué imagen puede llevarse un turista de la "Granada la bella" que ofrece Angel Ganivet. O de los rincones que ofrece Gallego y Burín y tantos y tantos como has descrito esta ciudad.
En centro de Granada está muerto. Casas típicas granadinas que lucían sus patios engalanados en un abandono total o parcial.
Y digo yo, si no llega el momento de una restauración y conservación del histórico barrio del Albaicín, ¿se va a conservar tal o cual otro barrio?
Granada está condenada a lo que nos han acostumbrado en los últimos 30 años. Un turismo de "Alhambra" en autobús y como mucho visita a comercios esablecidos solo para compra de recuerdos.
Y ahora vienen diciendo que construirán un ascensor y no se que otros medios mecánicos par acceso a la Alhambra. Así que entre el nuevo acceso por la ronda Sur que evita la entrada a la ciudad y otros medios por el estilo, se abandona el turismo que debería guiarse o darse rienda suelta para la "visita a la ciudad". Visita a la ciudad libre y espontánea para callejear y ver sus títpicos rincones. Se ha perdido o está a punto de perderse por completo aquella "Calle de Elvira donde habitan las manolas". El típico recorrido y acceso por la cuesta de Gomérez o por el Realejo. Recorrido por el centro y la típica granadina Plaza de Bibrambla.
Se debería recuperar ese turismo que recorra Granada, sus barrios, sus calles y entre libremente en los bares de tapas, en los comercios y conozca Granada que es mucho más que la Alhambra.
Me viene al recuerdo aquella década de los 60 y 70 cuando estaba de moda y abierta al turista la Oficina de Turismo en la Casa de los Tiros. Llegaban y pedían el folleto y la información al tiempo que se quedaban admirando aquel zaguán com empedrado granadino y los patios con sus fuentes y sus macetas. Se adentraban en el patio interior y admiraban la sala de los toreros, la cocina andaluza y la exposición que se abrió de Sierra Nevada, sin necesidad de pagar entrada. Y desde allí plano en mano salían a pie a visitar la Catedral y la Capilla Real, pasando por la Plaza de Bibrambla, el Corral del Carbón. Ese turismo se ha perdido.
Es que ya recorrer las calles de Granada (a excepción de las nuevas que a peatonalizado con gran acierto el Ayuntamiento granadino estos últimos años), no es aconsejable pasear por otros barrios que no sean las calles Mesones, Alhóndiga y no salirse mucho por otras calles donde se ofrece un aspecto descuidado, casas abandonadas y fachadas pintorreadas (que no con grafitis, arte que admiro) pero no lo que hacen los gamberros con spray en mano, sin respetar fachadas ni puertas.
Y es que ya no es el turismo, sino los mismos granadinos los que evitamos andar (todavía menos pasear) por los típicos barrios desde el Albaicín al barrio de la Magdalena, de la Virgen, zona de San Juan de Dios, San Jerónimo, Santa Paula, calle Elvira, etc. etc.-
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