OTURA ha sido el lugar elegido para celebrar el día de San Antonio.
Y el motivo era doble. Por una parte y principalmente agradecer al que consideramos nuestro amigo el sacerdote José Antonio Montosa, que pacientemente todos los meses se reúne con nosotros en nuestra parroquia del Santo Ángel Custodio, para explicarnos poco a poco, lo que es difícil entender: la Biblia.
Magistrales son sus lecciones, como son también "misteriosos" sus silencios. Me refiero a esos segundos o minutos, en que trás alguna intervención, Antonio queda en silencio. Un silencio que se hace cómplice para todo el grupo hasta que "se arranca" de nuevo. NO es en balde su silencio, sino que son segundos o minutos preciosos para la meditación del pasaje de la Biblia que en ese momento estamos tratando.
Y de la mejor manera que hemos sabido hacerlo, nos hemos reunido en la casa de Javier y Fina para testimoniarle a nuestro amigo Antonio, nuestra felicitación y nuestro agradecimiento.
Y lo mismo que hacen ministros y empresarios que para que surtan efecto, sus reuniones las hacen con un desayuno o almuerzo de trabajo, así también nosotros nos hemos reunido junto a una gran mesa para saborear unas deliciosas "papas a lo pobre", acompañadas de ensalada y otras cosas que por respeto al colesteror no quiero pronunciar.
Al final el café con la tarta de fresas que ha preparado Adeli.
Y como colofón de despedida, el esperado flan de Eli. Eso sí, que ha sabido a poco. Y ya le han dicho a Eli que compre una flanera más grande. Si no la encuentra en las tiendas que la busque en internet, pero que sea más grande la próxima vez. Ahora espero que Gerardo nos facilite buenas fotos, porque a mí se acabó la batería nada más empezar. Pero como testimonio valen estas que hice al principio.
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