martes, 15 de junio de 2010

EN LA MUERTE DE MI TITO RAFAEL

Pocas veces me pongo a escribir sin saber a quien dirigir mi escrito. Eso son "mis cosas". De carácter general para todos los que lean mi blog, puede tener algo. Pero para hacerlo más personal lo voy a hacer como dirigido a mis primos. Por eso casi siempre diré: Mis titos. Hace tan solo un mes nos encontramos la familia en el cementerio de Granada velando el cadáver de mi madre. Y tal como publiqué aquí en mi blog ella había cumplido un mes antes -esto es en el mes de abril-, 95 años. En aquel velatorio estuvimos mucha familia. Y entre su familia naturalmente sus hermanas María y Araceli. Y su hermano Rafael que me cuentan que comentaba: "el próximo soy yo" . Yo como broma lo aceptaba, porque el que conocía a mi "tito Rafael", sabe que era muy optimista. Un optimismo socarrón. Y cuando te hablaba no sabías si te estaba diciendo la verdad o ¿qué?

Porque detrás de sus palabras había un gesto de sonrisa.... Y es que su buen humor no lo perdía. Ayer comentábamos los primos que era igual que su madre (Mama Aurora). Hasta aquí la anécdota. La realidad es más triste: Porque al cumplirse un mes volvíamos a este lugar en el que nos encontramos familia y amigos y siempre decimos: "Me alegro de verte, pero a ver si nos vemos en otro lugar que no sea aquí". Y aquí estábamos de nuevo. Ahora para velar el cadáver del Tito Rafael. Para que se cumpliera aquella "profecía" que él mismo había hecho un mes antes sentado frente a su hermana Consuelo. Con más tiempo prometo hablar aquí de los hermanos RAYA AFÁN DE RIVERA. Hoy solo unas líneas a las cinco de la madrugada, porque pronto me prepararé para subir a darle el último "adiós" al TITO RAFAEL. Hace ya algunos años se fue el primer hermano: El tito Miguel. Esa persona buena, prudente y trabajadora. Ese hombre que se escondía bajo un bigote bonachón. Bigote que el cabo de Colomera quiso quitarle una tarde cuando volvía de las minas, y que gracias al entonces alcalde de Benalúa de las Villas Cipriano de la Torre, pudo conservar durante toda su vida. Su carácter nos recordaba a todos a su padre: Al abuelo Miguel. Bueno, callado, tranquilo, trabajador...... Carácter distinto al de su hermano Rafael. De mi TITO RAFAEL puedo contar muchas cosas, pero la más importante es que fue una persona excelente. Un buen padre y un mejor esposo. Un buen amigo para sus amigos. Y para sus sobrinos y sobrinas un "TITO". Así con mayúsculas. Un tito con el que podías compartir un rato agradable sin saber si hablaba en serio o en broma. A mí me encantaba encontrarme con él. Aunque no he podido cumplir la promesa de llevarlo un día al camino de "las minas". A las minas en las que él trabajó duro cuando era muy joven. En las mismas minas que trabajó con su hermano Miguel y Pepe. Hoy con la premura de tiempo una foto con sus hermanas y con su mujer. Con su Matilde. Matilde con la que ha compartido la friolera de unos sesenta y tantos años. Toda una vida. Y ahora decía ella ayer: "Cómo voy yo a vivir sola cuando he pasado toda mi vida sin él. Yo reconozco que te va a ser difícil. Pero cerca vás a tener a tu Aurelia, a tu Rafa y a tu Miguel. Vas a tener al que ha sido y es para vosotros otro hijo (Pepe). Y a tu otra hija la mujer de tu Miguel. Se que te falta desde hace unos años otra muy importante que nunca olvidaremos: A Mari. A la que todos queremos (porque aunque se haya ido todos la tenemos muy presente). Los que tenemos fe, sabemos que vas a tener muy cerca a Mari y a tu Rafael. Ellos van a cuidar de tí. Pero no llores mucho porque tienes cerca de tí a tu Aurelia, a tu Rafa y a tu Miguel. Y tienes también unos nietos y unas nietas encantadoras. Unas nietas que te quieren como se tiene que querer y se quiere a una abuela. Y los sobrinos sabes que te queremos. Porque somos una familia que aunque cada uno estemos viviendo nuestra vida, somos una familia muy unida. Tenemos un lazo familiar que hemos heredado de vosotros. Porque los seis hermanos (dejo atrás al tito Blas que nosotros los primos no hemos conocido), digo los seis hermanos RAYA AFÁN DE RIVERA, se han convertido en doce, que nos habéis dado un buen ejemplo a seguir. Porque nunca hemos vivido ni hemos conocido un mal gesto de uno para otro. Yo creo que la palabra "cuñado, cuñada", casi estorbaba. Porque los hermanos y hermanas con sus mujeres y sus maridos, habéis formado una familia en la que todos os tratábais y os tratáis como hermanos. QUE BUEN EJEMPLO A SEGUIR PARA NOSOTROS LOS PRIMOS. Yo seguiré hablando a mi manera cada día con mi madre. Con el tito Miguel y con el tito Rafael. Como también lo hago con Mama Aurora. Ellos son para mí un ejemplode buena familia para imitar. Y también recuerdo ahora y seguiré recordando a mi otra tita Matilde (Capilla) ya Mama Loles. Mi familia paterna de igual recuerdo de familia unida de la que hablaré (escribiré) otro día. Porque fruto de ella aqué están acompañando al tito Rafael las primas Mari Carmen y Conchi. Sabemos que por desgracia que existen desavenencias en muchas familias.

Pero en vosotros, eso no lo hemos conocido.

Y eso es un legado, es una herencia que tenemos que cultivar y ponerla en práctica con nuestras nuevas familias, las que hemos formado los primos y primas, con nuestras parejas, nueras, yernos, nietas y nietos.

GRACIAS A VOSOTROS QUE NOS HABÉIS TRANSMITIDO ESOS VALORES.

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