Las matanzas caseras hoy desaparecidas.
El "marrano" -como se le llama en mi pueblo-, se cebaba duante el año, principalmente con restos de comida y en el campo.
Para ello, diariamente el "porquero" se encargaba de recogerlos haciendo sonar un cuerno para que la familia le abriera la puerta del corral y después los devolvía a primeras horas de la noche y entraban por las calles, unas veces por un lado y otras veces por otro, dependiendo del lugar donde habían estado durante el día y recorrían las calles del pueblo y cada buscaba su casa.
La última matanza a la que asistí. Sería el año 1992 aproximadamente |
Cuando llegaba este tiempo se preparaban las matanzas y aquellas lumbres donde se cocía la cebolla.
Para mí la ilusión era esperar a que me dieran la vejiga y para ello tenía que moverle el rabo al marrano mientras se desangraba.
MI madre me la lavaba y en seguida la inflaba y me iba por las calles a dar vejigazos a mis amigos.
Enrique, gracias por llevarnos al pasado y revivir los buenos momentos de antes. Estás tejiendo un álbum de fotos de recuerdo único.
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