lunes, 2 de febrero de 2015

SAN CECILIO

SAN CECILIO

“En la parte más oriental desta ciudad gozando del medio día, dominando el campo del principe está la iglesia parroquial del señor San Cecilio, patrón de Granada, cuyo templo y parroquial dice Bermúdez de Pedraza, que no faltó en tiempo de mahometanos. El templo es bueno, aunque no muy grande, buenas capillas, torre y dos puertas. Sírvela un beneficiado, un cura y un sacristán. Çitan en ella dos hermandades: la del Santísimo Sacramento y de la Esclavitud devotamente servidas. Celebra en ella su fiesta la Universidad de los beneficiado el día del Santo y se gana jubileo desde sus primeras vísperas. Están en esta colación el religioso conbento de los Santos Mártires descalzos carmelistas y dos beaterios de la misma horden y el milagroso combento denuestra Señora de Belén de mercenarios descalzos; todos los más feligreses son del arte mayor de la seda y ilustran esta parrochial la gran casa de Don Fernardino de Mendoza general de las galeras de Estepa y la gran casa de los gomes de Montalvo y otros muchas casas”.
Así se describe en los anales de Francisco Enríquez de Jorquera la Iglesia de San Cecilio que según dice la tradición durante la dominación musulmana existió en este lugar un templo en el que los cristianos sometidos celebraban sus cultos, en recuerdo de lo cual aún conserva esta parroquia el privilegio de tocar una campana el Jueves santo para llamar a los fieles, según narra Gallego y Burín en su guía histórica artística de la ciudad de “Granada”. Fue erigida en 1501 y al parecer estuvo asentada primeramente en la Mezquita de la Antequeruela, que parece se hallaba más arriba y fue derribada en 1540. El templo se comenzó en 1528 y se terminó en 1534 por el albañil Pedro Ríos y el carpintero Juan del Castillo y su portada plateresca es de Juan de Marquina de 1533  y ostenta la imagen del santo titular, obra de Nicolás de León. El púlpito lo hizo Diego López en 1685. 
Por encima de la Iglesia se extendía el barrio de la Antequeruela que hacia la derecha, comunicaba con el Mauror a través de la Babasare o Puerta del Sol y a su pie y en dirección al río. Se hallaban las huertas reales que dieron nombre al Realejo alto y Realejo bajo, habitados antiguamente en su mayor parte por tejedores y formaba dos amplias plazas. La primera con una imagen Crucificado que se trasladó al Campo del Príncipe y separadas una de otra por un gran pilar de agua.

Según recordaba Amanda Martínez en el diario Ideal el pasado 10 de enero, a las dos y media de la tarde del 22 de diciembre de 1969, la iglesia –que había sido remozada unos años antes-, comenzó a arder destrozando todo su interior y quedando prácticamente en los muros. Se salvó el Santísimo y el archivo que data de 1518 y se protegieron las imágenes. La del primitivo Cristo de los Favores, pequeña pero de incalculable valor, perdió su policromía. La talla del patrón San Cecilio, que se encontraba en un espacio de complicado acceso en la parte alta el altar mayor, no pudo sacarse del templo y casi un milagro lo libró del fuego pero se destruyó el retablo decorado con pasajes de la vida de San Cecilio obra de Pedro de Raxis, un cuadro del Cristo de la Columna firmado por José Risueño y otras obras procedentes del convento de los Mártires.
Gracias al Ayuntamiento y a la  Dirección General de Bellas Artes las obras, aunque complicadas, comenzaron pronto dirigidas por  Prieto Moreno y el artesonado mudéjar, se reconstruyó pero sin policromar, como estaba en origen. El escultor Domingo Sánchez Mesa se encargó de 'rejuvenecer' la imagen del patrón y «poco a poco la parroquia fue recuperando imágenes.
Granada celebra cada año, a principio de febrero, la fiesta de su patrón, san Cecilio, y por ello acude en romería hasta la abadía del Sacromonte.
A estas horas de hoy, 1 de febrero de 2015, a las 15 horas, el Sacromonte estará viviendo un nuevo día festivo con San Cecilio, las salaillas y todo el folklore que se monta este día.


Pero ¿quién fue  SAN CECILIO?
San Cecilio fue el primer obispo de Granada cuando, bajo la dominación romana, se llamaba todavía Illíberis. Fue uno de los que la tradición llama "varones apostólicos" enviados a España por San Pedro y San Pablo a predicar el evangelio. Los otros seis son: Torcuato, Segundo, Indalecio, Tesifonte, Eufrasio y Hesiquio. La vida de todos ellos está oculta tras los velos de la leyenda transmitida oralmente. Se sabe a ciencia cierta que San Cecilio fue obispo de Illíberis, que escribió algunos tratados para instrucción de los fieles y que sufrió martirio bajo la dominación de Nerón, supuestamente quemado en el monte Illipulitano. Pero la larga dominación árabe destruyó todos los rastros de cristianismo. Granada estuvo bajo los sarracenos casi ochocientos años; no los suficientes para perderse la memoria y la tradición, pero sí para no quedar ni rastro de documentos ni reliquias. San Cecilio es patrón de Granada, y su fiesta se celebra el 1 de febrero.
Todo lo que sabemos del primer obispo de Iliberris (Granada) y santo patrono de dicha ciudad está sacado de unos libros plúmbeos (textos redactados en placas de plomo) hallados en la capital andaluza que alberga la maravillosa Alhambra (fig. 29) tras ser conquistada por los Reyes Católicos; concretamente, cuando se estaba construyendo la catedral, en el siglo XVI . Como se verá más adelante, la Iglesia católica nunca ha aceptado estos libros como fuentes fiables a la hora de describir la vida del santo. Según uno de estos libros —escrito al parecer por el hermano de San Cecilio, Tesifón Aben Athar—, el nombre del patrón granadino era Aben Alradi y era hijo de Caleh Aben Athar. Su lugar de nacimiento fue la provincia de Hus, en Asia Menor, y era contemporáneo de Jesucristo. Tesifón era ciego de nacimiento y su hermano Cecilio era sordo y mudo. Su padre, al oír hablar de los milagros que hacía Jeseúl s Galileod, ecidió probar suerte y con sus dos hijos a lomos de un camello se encaminó a Galilea para encontrarse con el Nazareno. Al verse junto a él, el padre de los dos hermanos, Caleh, le dijo:

«¡Oh, Señor mío!, yo vengo a vos encaminado desde la tierra de Dus para que curéis estos dos hijos de ceguera y mudez y sordera. Yo os he visto que sois grandemente bienhechor y confío en vos, y estoy cierto que no los curará en el mundo otro sino vos, sin duda. »Y díjole Jesús a Caleh: “Grande es tu fe y ya haré cumplidamente lo que pretendes”. »Y entonces tomó tierra en la palma de su mano y echó en ella su saliva y púsola sobre mis ojos y yo vi. Y mandó que me los lavase en el lavabo del templo. Y puso la mano sobre la cabeza de mi hermano Aben Alradi y sopló en su boca tres veces, y sanoy lo llenolo de sabiduría. Yhabló en diversidad de lenguas, y lo primero que dijo fue: “Testifico que no hay otro Dios que el Señor y tú, su Espíritu Verdadero”. »Y díjole Jesús, Nuestro Señor: “Tú eres Cecilio”. »Y fue con prosperidad este nombre que le puso Jesús Nuestro Señor, significando con él “predicador de la fe, conquistador de ella”. »Entonces volvió a mirar a su discípulo Jacobo apóstol, superior nuestro y díjole: “Estos dos serán discípulos santos para la victoria de la Ley. Recíbelos en tu amparo como conviene para ello”». La leyenda dice que tanto Cecilio como su hermano siguieron a Santiago en todos sus viajes y hace hincapié en que el Apóstol hizo su entrada en tierras españolas por Cartagena, desde donde viajó a Granada, Toledo, Galicia, Asturias, Guipúzcoa, Tudela y Zaragoza para regresar a Andalucía y, de aquí, a Jerusalén.

Bibliografía consultada: Anales de Francisco Henríquez de Jonquera.-  Granada de Antonio Gallego y Burín.- TE RECUERDO - AMANDA MARTÍNEZ El incendio de la iglesia de San Cecilio Hemeroteca de Ideal de Amanda y otros… 

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