Las especias, como las hierbas aromáticas, son importantísimas en la historia, tanto por sus propiedades curativas como por su importancia culinaria. Le dan un toque especial a cualquier comida y provienen en su mayoría de Oriente.
Los musulmanes y los asiáticos las utilizaban desde la antigüedad, más pro sus poderes curativos, para embalsamar, conservar los alimentos, teñirlos, hacer permufes y por sus poderes mágicos, que por su aportación a la cocina.
Se cree que fueron los romanos quieres primero las utilizaron para condimentar sus platos y mejorar el sabor.
¿Cómo se conservan mejor hoy en nuestra cocina: en el frigorífico o en un tarro?
Ambas formas son válidas, aunque si se opta por especias frescas, se logrará mantener mejor su aroma, color y textura en el frigorífico. Eso sí, envueltas en papel de plata para evitar que se contagien de otros olores. Sin embargo, lo habitual es que las más populares se comercialicen en pequeños botes sazonadores o bolsas herméticas, que se suelen almacenar en un sitio fresco y alejado de la luz directa, para que sus cualidades no se vean alteradas.
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